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El Consenso de Washington

Historial

El consenso de Washington es un conjunto de directivas de política económica establecidas durante una reunión obscura que tuvo lugar en 1979 y aplicado ciegamente a lo largo de los años 80, llevando Argentina a la quiebra, y otros países a la miseria.

Este famoso " Consenso " fue redactado por un grupo de economistas americanos, funcionarios del Gobierno de los EEUU, del Banco Mundial y del FMI. Un consenso muy limitado nunca sometido a un voto alguno, ni siquiera por lo menos ratificado formalmente por los países a los cuales fue impuesto. Este consenso prometía que su aplicación llevaría a un verdadero crecimiento económico, a una disminución de la pobreza y que el empleo crecería. Fue todo lo contrario. Además, la utilización intensiva de los recursos naturales provocó una deterioración talvez irremediable del medioambiente.

Observar a los principales defensores de esta política económica, basta para mostrar donde se encuentran sus intereses. El Secretaria del Tesoro americano, Robert Rubin, sale de Wall Street, al igual que sus predecesores, Roger C. Altman y Nicholas Brady. Todos trabajan para empresas de inversiones. Ernest Stern, antiguo presidente del Banco Mundial, es el director del Banco JP. Morgan, y el actual presidente, James Wolfensohn, era también director de un banco de inversión. Y la lista es todavía más larga...

Principios del Consenso de Washington

El " Consenso " dio orden de cierta disciplina presupuestaria dirigida por la pasión para la eliminación del déficit así como una aplicación rigorosa de las doctrinas neoliberales. 7 pilares forman la base del Consenso:

1. Disciplina fiscal

• Equilibrio presupuestario
• Disminución de las deducciones fiscales sobre ingresos para privilegiar el IVA (Impuesto sobre el Valor Agregado), entonces como consecuencia aumentan las desigualdades, los más pobres pagando la misma cuota que los ricos sobre los productos comprados
• Desmantelamiento de los derechos de aduana de los países menos desarrollados sin contraparte de los países ricos

2. Liberalización financiera

• Tazas establecidas sólo por el mercado de capitales
• Fin de la autonomía financiera de los gobiernos
• Ninguna norma, ni control de los gobiernos sobre lo que hacen las trasnacionales

3. Liberalización comercial

• Supresión de las protecciones aduaneras
  Tuvo el resultado de erradicar las industrias nacionales nacientes, y las que quedaban siendo poco adaptadas al mercado, el beneficio era para la inversión extranjera (trasnacionales). A partir de esto hubo dependencia a los productos importados (fin de la autosuficiencia) y a las divisas internacionales (US$ principalmente) ya que las importaciones se pagan en divisas...

4. Abertura total de las economías a las inversiones directas

• Esta norma permite a las multinacionales de invadir un mercado donde no hay competitividad por parte de las empresas nacionales... Ver Liberalización Comercial

5. Privatización de todas las empresas

• Enormes pérdidas de empleos
• Pérdida del control del Estado sobre el precio de los servicios básicos tales como el agua, la electricidad, la telecomunicación... (ejemplo de la guerra del agua en Bolivia en el 2000).

6. Desregulación

• Eliminación de todos los obstáculos a la competencia
• Fin de la protección a las industrias emergentes en el país
• Disminución o supresión de las garantías de trabajo, controles sociales y medioambientales

7. Protección total de los derechos de propiedad intelectual de las multinacionales

• Problema de los patentes dejados por industrias sobre recursos naturales industrialmente inutilizados, como en la farmacopea tradicional andina, para no citar más

Resultados del Consenso de Washington

América Latina, principal victima de este " Consenso ", es un ejemplo evidente del desastre que resultó de su aplicación. En 1980, había 120 millones de gente pobre; en 1999, 220 millones. 45 % de la población; los 20 % más ricos son casi 19 veces más ricos que los 20 % más pobres, mientras que a la escala del mundo, los ricos son en promedio sólo 7 veces más ricos (...) que los más pobres. Después de unos diez años de aplicar ciegamente, de manera casi teológica las directivas del Consenso de Washington, América Latina está al borde del precipicio. La deuda pasó de 492 mil millones de dólares en 1991 a 787 mil millones en 2001.

Servicios de ferrocarriles, telecomunicaciones, líneas aéreas, servicios de agua potable, y energía, han desaparecido, liquidados, entregados a microempresas americanas o europeas. Las expensas públicas para la educación, la salud, el alojamiento y las ayudas sociales disminuyeron; las medidas de control de los precios fueron abolidas, los sueldos congelados y millones de trabajadores botados de su empresa por los nuevos dirigentes de estas empresas públicas privatizadas. Importaciones masivas (con disminución de las tarifas aduaneras, por supuesto) realizadas para alimentar el superconsumo de las clases altas y medianas provocaron la desaparición de casi todas las empresas nacionales (ejemplo turbador en Argentina). El desempleo aumentó. Según la OIT (Organización Internacional del Trabajo), 84% de los empleos creados en el auge de la aplicación del " Consenso " eran empleos precarios combinados con sueldos bajos.

Fin del Consenso de Washington

En el Foro Social Mundial de Porto Alegre, Jorge Werthein, representante de la UNESCO en Brasil, denunció en voz alta lo que todo el mundo ya sabía: el "Consenso " tuvo como efecto un aumento dramático de las desigualdades y una agravación increíble de la pobreza en el mundo.

El " Consenso de Washington " fue un fracaso rotundo, y James Wolfensohn, presidente del BM, había proclamado en noviembre del 2002, durante una reunión en América Latina, para preparar el Foro Económico Mundial de Davos: "El Consenso de Washington ya murió". La fuerza de los hechos.