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Carnaval de Oruro - Afiche del carnaval

Oruro, la vida al compás del carnaval

El carnaval no se puede resumir al simple desfile de los grupos folklóricos de la entrada, por lo más que esta entrada constituya el apogeo visual y auditivo de esta fiesta. El carnaval es una serie de rituales, fiestas y preparaciones que empiezan justo después de Todos Santos y de la fiesta a los Difuntos. Antes de la colonización, noviembre era un mes considerado como el inicio de los tiempos femeninos (con la llegada de la época de lluvias), así como el tiempo del trabajo de la tierra. En febrero, en las costumbres ancestrales, la gente iba a los santuarios para rendir homenaje a Wari , dios de las riquezas subterráneas e imagen de la bendición y maldición para sus fieles. A la llegada de los españoles, Wari se volvió el Diablo, y la Pachamama se convirtió en la Virgen María que protege a los fieles. Este sincretismo religioso-cultural nació en Oruro, y todos los preparativos del Carnaval lo integran. Durante los meses que preceden el carnaval (entre noviembre y febrero), los grupos de bailarines y las fraternidades se reúnen para ensayar con música y coreografía, en «veladas», donde se encienden candelas y se masca coca, en honor a la Virgen , preparándose espiritualmente para bailar (se comprometen a realizarlo tres años consecutivos).

Las Veladas
Cada semana que precede el carnaval, se organizan veladas en las cuales se honora a la Virgen. Arman una mesa, por ejemplo, con una estatua de la Virgen María en le centro, con una máscara del diablo a cada costado, (aquí un grupo bailando la Diablada ). Los miembros de la fraternidad pasan en la noche para saludar al dueño de la casa, encender una vela a la Virgen , quemar incienso y rezar un momento. Luego, los invitados se sientan alrededor del cuarto. Un grupo de jóvenes, padres del anfitrión regala una bolsa de hojas de coca para pijchar, algunos cigarritos y una bebida de canela con unas gotitas de Singani. Después celebran una misa cortita, con cantares y oraciones comunitarias. La velada se prolonga en charlas en voz baja entre los miembros de la fraternidad, mascando coca a la luz de las velas. Ésta es al estilo antiguo, hoy en día, estas veladas se terminan a menudo tarde en la noche, en un boliche y con mucho alcohol. ¡hips!

Los ensayos
En los meses antes del carnaval, hay ensayos cada domingo mientras en la plaza del Socavón está la fiesta de las Alasitas, miniaturas, y culto al Ekeko , dios de la abundancia. Repasan la coreografía, por supuesto, pero también se prepara para resistir a los kilómetros de desfile del día de carnaval. El último ensayo da lugar a ciertos grupos de bailarines que practican, en vivo, un desfile dos veces más largo que el del día D para comprobar su resistencia.

Los Convites
El primer domingo que sigue Todos Santos, se realiza el primer convite, en el cual los bailarines potenciales bailan el recorrido de la Entrada con un traje particular, tipo de promesa y buen augurio. Luego se presentan a la Virgen y hacen la promesa de bailar tres años en honora a ella, pidiendo a cambio favores (de salud, trabajo, amor,.). Otra huella de la reciprocidad en las culturas andinas.
El último domingo antes del Carnaval se realiza el segundo «Convite», que implica la ratificación de la promesa hecha en el primer convite.

La Ch'alla de los mineros
El viernes anterior al Carnaval, suspenden el trabajo en las minas y los mineros celebran el « Tío » (Diablo). Destierran entonces unos «Toros», pedazos finitos de minerales, regalan al « Tío » la «Achura», una comida tradicional de carne y tomate picada con ajo. Reciben a cambio la «T'inka» (dulces, mixtura y serpentinas). Celebran también el culto a la montaña, a través de un homenaje a los «Mallkus», espíritus protectores de las montañas, donde se realiza la «Wilancha», una purificación de la tierra con el derramamiento de la sangre de un animal sacrificado sobre el suelo (generalmente una llamita). Un homenaje a la « Pachamama» se celebra a través de la « K'hoa », simbolizada por el aguayo recibiendo el «Karaku», la comida que recomparte entre los participantes a la ceremonia. Termina el ritual cuando queman los restos del animal sacrificado y cuando entierran un feto de llama. Este rito se acompaña de un gran consumo de alcohol, de «Acullico» es decir de mascar la hoja de coca, de «Khuyuna» o cigarro de tabaco negro.

La Entrada
En el sábado de Carnaval, los grupos o fraternidades de bailarines desfilan en las calles de Oruro, (ver los bailes) en honor a la Virgen. Las calles están bordeadas de gradas donde se amontonan miles de espectadores, de todo el país y del extranjero. La gente se echa globos de agua, se proyectan espuma el uno al otro. Es una batalla general. El carnaval se vuelve un juego gigantesco donde cada uno puede jugar, espectadores y bailarines.

«El alba»
El alba del día que sigue el día de carnaval es una manifestación alucinante de fervor popular y religiosa. Tiene lugar en la plaza de la iglesia del Socavón. Muchos grupos de músicos se reúnen allí para tocar melodías folclóricas en una « Ch'alla » colectiva cerca de la histeria, esperando el alba y el sol subiendo sobre la ciudad de Oruro como sobre el Carnaval. Con el sol amaneciendo la música se hace más fuerte, más penetrante con sus sonidos repetitivos, ritmo hipnótico que va creciendo hasta la salida completa del astro solar. Este rito solar de dialogo nace en una época antiquísima, y perdió en Oruro su significado propiamente ritual de como la practicaban la gente de esta época, sin embargo la ceremonia representa el momento místico del carnaval con visiones colectivas y nuevas entremezcladas con restos de la tradición indígena antigua.

El lunes del Diablo
El Lunes, día del Diablo, (« Tío ») y del Moreno (persona cuyo color de la piel es oscura), después de un servicio religioso durante el cual los bailarines se arrodillan uno por uno delante de la Virgen , los nuevos pasantes recién designados realizan una procesión en el santuario de las minas pasando debajo de arcos de plata con los peregrinos, a modo de compartir y asistir en confraternidad a la «Cacharpaya», es decir la ceremonia de la Despedida.

El martes de «Ch'alla»
después de la entrada del carnaval y del desfile de los grupos folclóricos, viene una serie de festividades vinculadas muy a menudo con el concepto de reciprocidad entre el hombre y su entorno natural como divino. Por ejemplo el ritual de la Ch'alla , suerte de libación con alcohol y chicha (bebida fermentada alcoholizada) en honor a la «Pachamama» (Tierra Madre). Este rito implica un acto de agradecimiento que se acompaña de comida (carne y tomate picada con ajo) repartida entre los asistentes a la ceremonia. Los mineros tienen la costumbre de dedicar el viernes que precede el sábado de peregrinación a esta Ch'alla. La Ch'alla se repite el martes que sigue el carnaval, cuando el pueblo adorna sus casas y propiedades de todo tipo (terrenos, casas, empresas, movilidades,.) con serpentinas y papeles de colores, mixtura.

El miércoles de Cenizas
El miércoles de Cenizas, la Ch'alla es para las figuritas petrificadas del sapo, de la culebra, del cóndor, en varios lugares de la ciudad.

El jueves de Ajtapi
El jueves que sigue el carnaval, también llamado "de Ajtapi", se realiza la despedida a los músicos en la casa de fiestas. Todos se van después de haber hecho por última vez sonar sus instrumentos con los diferentes ritmos del carnaval.
El carnaval pues no sería nada sin la música de estas centenas de bandas que acompañan los grupos de bailarines y constituyen hoy en día uno de los factores más fuertes de identificación cultural. Cada grupo, incluso los que bailan el mismo baile, propone su propia música, y dos diabladas de dos fraternidades diferentes tendrán una música diferente. Hay también composiciones propias a ciertas fraternidades.

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